Si queremos alcanzar el Objetivo 10 de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030: ‘Reducir las desigualdades por motivos de sexo, edad, discapacidad, raza, etnia o religión’, es de vital importancia acabar con las múltiples formas de violencia de género y asegurar que el acceso a la educación y a la salud de calidad, a los recursos económicos y a la participación en la vida política sea igualitario tanto para mujeres y niñas como para hombres y niños.

Cada 10 de diciembre conmemoramos la adopción, en 1948, de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Aunque la igualdad de género ocupa un espacio importante entre los principios de derechos humanos, millones de mujeres y niñas se siguen enfrentando a situaciones complejas que se engrandecen por la discriminación que sufren por motivo de género. Aún queda mucho recorrido para alcanzar la plena igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres.

Los derechos humanos son universales, indivisibles, inalienables, interdependientes e interrelacionados. Y así lo queremos recordar en jornadas como esta.